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23/1/09

Cronica de una mañana "Súper Clásica"


Se acerca el Súper Clásico y mucha gente está pugnando por no perdérselo, las entradas se empezaron a vender en Internet al mismo tiempo que empezó la venta física de la entrada a cinco veces el precio original (de $30 pasó a $150). La gente hizo fila a las 8 de la noche del día anterior para una venta que en teoría empezaba a las 10 de la mañana y terminó comenzando dos horas antes.
Yo estuve allí, donde se sacaban populares de Boca, rodeado de aproximadamente 3000 personas, 2mil de ellas pudieron conseguir su ticket, al resto las mandaban de vuelta para sus casas.
De movida era todo llamativo, llegabas y tenias que hacer una fila para que te dieran un número, y con dicho número pasabas a un lugar que cumplía la función de "antesala" para donde se encuentra la popular sur, lugar donde ubicaron a los hinchas xeneizes que pugnaban por su entrada, una vez allí "ya tenían la entrada asegurada".
Un operativo muy atinado, que evitó desmanes, y controló todo, se le dio a los hinchas un lugar de esparcimiento donde algunos jugaban al fútbol, otros dormían, otros cantaban y otros (entre los que me incluyo) simplemente miraban el tiempo pasar, observando los detalles de los que hacían los demás, al tiempo de algún que otro cruce de canciones con la parcialidad riverplatense, que si te asomabas al sector de plateas los podías ver a unos cien metros.
A medida que pasaban las horas fue amaneciendo, se sentía cada vez más la baranduzca a porro y se comenzaban a despertar los remolones. Se iba empezando a generar ansiedad para saber como se iban a vender las entradas, si bien todos teníamos un número asignado.
Aproximadamente 7:30 un policía, con un megáfono que no tenía volumen demasiado alto, anunció lo que todos esperaban: En breve comenzaría la venta numerada, y los simpatizantes pasarían de a 15, aproximadamente, a comprarlas en uno de los puestos de hamburguesas y se irían por la entrada a plateas que está en Avenida de las Olimpíadas.
A un ritmo que no se esperaba, la buena organización hizo que la gente obtuviese su entrada rápido, y se tardó solamente una hora y medía para llegar al número 702, que yo obstentaba.
Pero lejos de la tranquilidad que se vivía en la popular sur, se podía ver corridas con la policía de los hinchas de River, que como me enteraría después, fueron generados por gente que se quería colar, cosa muy tradicional en éstos partidos de verano, donde nunca importó que tan temprano importante, ya que los que venían a sobre la apertura de las boleterías se llevaban todo por delante, se colaban en la fila y le robaban su entrada a los que ya la habían comprado.
Por suerte el operativo fue un éxito, fue todo muy bien pensado y como escuché que dijo el jefe de operativo: "Esto no deja de ser un espectáculo, y depende de todos que la gente venga a Mar del Plata a ver distintos eventos, entre ellos éste que es el más convocante, y se pueda ir con una sonrisa en la cara más allá del espectáculo deportivo".
Finalmente a las 9 y media de la mañana ya estaba fuera del estadio, con la entrada en la mano y con la esperanza de que se pueda ver un gran partido de fútbol mañana a las 22:10.



POSTDATA: TENGO UNA ENTRADA DE MÁS, SI ALGUIEN TIENE INTENCIÓN DE IR A LA CANCHA Y SE QUEDÓ AFUERA: AGREGUEME AL MSN QUE LA TENGO EN VENTA, JULÍAN.ALDOSIVI@GMAIL.COM

18/1/09

Cuando con mirar no alcanza aparece el sentimiento

Estaba chateando con un conocido cuando surgió un punto de debate: El me decía que no pagaría para ver cierto partido de fútbol que por televisión le pareció aburrido, yo que estuve en el estadio le respondí: #Primero que desde mi óptica no solamente no fue aburrido sino que tuvo una cantidad considerable de ocasiones de gol, aparte de lujos y show para los espectadores
# Y segundo que con lo que es vivir y sentir una camiseta basta con estar simplemente alentando todo un partido para que el dinero gastado esté bien invertido. Porque ciertamente yo extrañaba ir a la cancha luego del tiempo que no hubo partidos sinceramente me tenía loco, y para alguien que suele ir a la cancha siempre que puede no le es fácil ni siquiera un mes de ausencia.
Entonces llegó a mi mente una cuestión: ¿Es lo mismo ir a la cancha que verlo por tele?
Está claro que no, pero.. ¿Cual es la diferencia? Creo que radica en que estar en una tribuna, gritar, cantar, agitar, implican un montón de sensaciones que te ligan estrechamente a tu club, se compilan recuerdos, se generan anécdotas y cada segundito que estas en ahí, sin importar que colores defiendas, te va a unir a ellos.
Lo que me lleva a pensar en las muchas personas que de pibes les compraron una camiseta y el papi les dijo: "VOS SOS HINCHA DE X CLUB", y que por solo eso se piensan que en realidad lo son, cuando capaz miran un par de partidos, no se saben contra quien es el próximo, cual es el último refuerzo o cuales fueron los grandes jugadores de la historia del club, como sí lo haría alguien que lo ama y que lo siente desde adentro.
Porque el decir "yo no pagaría una entrada" es no querer al club, que es el que se queda con esa plata (o debería), es lo mismo a decir que no pagarías la cuota, que no serías socio... ¿Eso es ser hincha? ¿Es ser hincha matar a un tipo porque tiene otros colores pero no saber cual es el 8 de tu equipo?
El fútbol es la pasión de los argentinos... eso era, con la televisión acechando cada vez hay menos hinchas de verdad y más aficionados, que miran, se enteran y al final de torneo se enteran que salio campeón y lo salen a gritar.
No pido milagros, no sé si creo en los milagros, pero maduremos como sociedad y volvamos a lo puro, a lo sano y a lo que supo ser el fútbol. Sin violencia, sin hinchadas virtuales, sin festejos de éxitos ajenos, pero con mucho amor por el club, por la camiseta y los colores.

El BOOM del Boxeo Argentino


Viendo como con la victoria que obtuvo ayer Víctor Ramírez, "El Tyson del Abasto", por en Título Mundial Interino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en el peso Crucero, tuvo tanta repercusión en los medios me puse a pensar en la gran cantidad de campeones mundiales de éste deporte que últimamente tuvo nuestro país.
Es que de los 34 púgiles nacionales que consiguieron estar en lo más alto, 21 de ellos fueron de los años 90' para acá. Pero a su vez fueron de los menos reconocidos, antes la gente salia a la calle a festejar los títulos de cualquier argentino que se coronase. Por eso no son tan lejanos nombres de boxeadores como Nicolino Locche, Victor Galíndez, Santos Laciar y ni hablar de Carlos Monzón.
Pero de los de la nueva generación tienen tendencia a no trascender, en el 2008 lograr serlo Hugo Garay y Sergio Martínez en las categorías Medio Pesado y Super Welter respectivamente. Dudo que cualquier No-Fanático del boxeo sepan quienes son y me incluyo.
Es mas conocida la "Tigresa" Acuña (con el debido respeto que genera) que tantos otros púgiles destacados en casi todos los pesos.
Creo que se perdió la mística del deporte que le dio más medallas de oro olímpico a nuestro país, que hace años generaba una sensación especial, que incluso hacia que nuestros abuelos esperaran ir al Luna Park a ver a Monzon o a Locche casi tanto como ir a un Boca-River.
No soy un apasionado del boxeo, pero respeto profundamente a todo lo que haga que los colores de mi PAÍS estén en lo más alto, y como tal es indiscutible que el box es un deporte en el que los argentinos se vienen destacando hace rato y no son solamente algunos atrevidos que van a pelearle a los grandes, como tal vez si era en otra época.
Como mensaje final los dejo pensando si no deberíamos reconocerlos a todos, porque hay varios campeones que hoy en día siguen defendiendo sus respectivos títulos sin salir en los medios, como tal vez tiene la suerte Omar Narvaez, al cual le deseo la mejor suerte para batir el record de Monzón (aunque no creo que sean comparables, ya que él debió hacerlo antes gigantes de la historia del deporte, como Mantequilla Nápoles, Nino Benvenuti o Emily Griffith), pero siempre es reconfortante que un argentino quede en los libros de historia mundial y nacional.